Últimamente oimos hablar mucho sobre el pensamiento positivo como una manera de ser más felices.
Es cierto que la realidad individual, empieza en la mente.
En nuestra vida nos enfrentamos diariamente a retos y dificultades, es normal, forma parte de la existencia.
Los problemas aparecen, pueden ser más o menos difíciels de resolver pero siempre los habrá. No podemos cambiarlo, ni tenemos porqué.
El pensamiento positivo no hará que desaparezcan, ni pueden transformar por sí mismos una situación. Tampoco tienen el `poder de hacer que se cumplan de forma "mágica" nuestros sueños.
El pensamiento positivo es una manera de enforcar una situación, es elegir la forma menos dolorosa y más productiva de superar las dificultades y la mejor manera de relacionarnos con el problema.
Las situaciones difíciles pueden verse como un obstáculo que nos genera una angustia excesiva y nos bloquea o como una oportunidad de cambio, incluso como una manera de poner en práctica nuestra capacidad para resolver confllictos, aprobechándolos para redirigir nuestra vida.
El pensamiento positivo nos ayuda a pararnos unos segundos ante aquello que nos angustia, darle perspectiva y ser capaces de buscar en cualquier situación doferentes alternativas. De esta forma, podemos elegir y tenemos la oportunidad de elegir aquello que esté más cerca de lo que deseamos tener o ser en nuestra vida.
Si estás sintiendo que tu existencia es un río desbordado, prepárate para coger los remos de la barca de tu existencia. Esos remos no harán de siempre tengamos aguas calmas, pero nos darán la seguridad de que, con esfuerzo, nos pueden dirigir a la orilla.
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