ESTO ME SUPERA O EL TRASTORNO ADAPTATIVO

No todos los cambios que se producen en nuestra vida nos resultan fáciles de asimilar.

En ocasiones, ocurren cosas en nuestra rutina que hacen que tengamos la sensación de

“no poder enfrentarnos a la vida”. Una separación, dificultades laborales, problemas conyugales, independizarse, la aparición de una enfermedad, jubilarse, etc. Pueden ser factores estresantes que en un momento determinado de la vida, nos “superan”.

Nos cuesta seguir normalmente con nuestras tareas cotidianas, rendimos menos el trabajo o

nuestras relaciones sociales cambian (a menudo las evitamos).

Pese a que a lo largo de nuestra vida hemos vivido situaciones tan o más difíciles que esta, el malestar que sentimos es mayor y no nos sentimos capaces de resolverla.

Es probable que sintamos angustia, nerviosismo, preocupación o humor depresivo, lo que hace que se deterioren nuestras rutinas y tengamos la sensación de que todo nos sale mal.

Este podría ser un caso de Trastorno Adaptativo. Como su nombre indica, este trastorno suele aparecer cuando hay algún factor estresante en nuestra vida (tales como los ejemplificados al principio), nos vemos incapaces de resolver o canalizar esa situación y por tanto, no nos adaptamos a los cambios que de ella se pueden derivar.

Para adaptarnos correctamente a nueva situación debemos hacer un proceso en el que podamos reconocer cuáles son las nuevas circunstancias, cuáles son los estresantes reales a los que nos enfrentamos, asimilar cómo nos afectará en nuestra rutina y disponer de las herramientas necesarias para aceptar la situación y saber lidiar con ella.

Generalmente, los síntomas ansioso-depresivos propios de este trastorno, no suelen prolongarse más allá de los seis meses posteriores a la desaparición del factor estresante.

Sin embargo el trastorno adaptativo puede generar gran ansiedad y tristeza en la persona que lo sufre, que a menudo se ve “superada y perdida”.

La buena noticia es que existen herramientas que pueden ayudarnos a canalizar estas situaciones y encontrar un camino por el que continuar andando.

No desesperes, no todo te sale mal, no te has vuelto, de la noche a la mañana, incapaz de soportar el día a día, no estás encerrado entre cuatro paredes, siempre hay una puerta tras la que se esconde un camino, pero hay que aprender a mirar.

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