Como
de la noche a la mañana, ha aparecido de nuevo y esta vez no hemos
tenido apenas tiempo de reacción para afrontar estos días grises,
fríos y que oscurecen más temprano. El otoño ha irrumpido en
nuestra vida sin escrúpulos.
A
muchas personas le ocurre que, este ambiente londinense les deprime,
se sienten más cansados y se expresan de forma negativa.
Desde
luego estas sensaciones suelen deberse a múltiples factores como lo
son el final de las
vacaciones,
el cambio de temperatura o la reducción de las horas de luz solar.
Hoy
nos centramos concretamente en este último punto.
Un
estudio realizado por investigadores del Baker Research Institute
(Australia) ha concluido que la cantidad de luz solar recibida por
una persona, influye en la actividad de la serotonina (sustancia que
se genera en el cerebro, relacionada con los estados emocionales)
cerebral, en lo que al volumen de esta se refiere.
Así
durante las estaciones frías como el invierno o en días nublados,
el volumen de serotonina disminuye y al contrario sucede en los días
soleados.
Por
eso es recomendable que aprovechemos las mañanas invernales que
amanecen con un sol cálido, para darnos un baño de luz, teniendo
en cuenta que la exposición (especialmente en los días más
calurosos) debe ir acompañada de la precaución necesaria, como lo
son los protectores solares, que evitan las quemaduras en aquellas
zonas del cuerpo desprovistas de ropa que las cubra.
Este
“baño solar” afectará a la actividad de la sustancia antes
mencionada en nuestro cerebro, influyendo así en nuestro estado de
ánimo.
Trata
de salir a la calle en los días soleados para obtener el máximo
beneficio de los rayos del astro rey, además de ser placentero es
beneficioso para nuestra salud emocional.
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