lunes, 17 de septiembre de 2012
TE ACONSEJO
Si estás viviendo momentos de estrés elevado, la actividad física puede ser una buena manera de sentirte mejor. La práctica regular de actividad física:
Mejora la concentración y la actividad intelectual.
Aumenta la confianza en uno mismo.
Es un buen complemento terapéutico en casos de depresión, ansiedad o estrés.
Ayuda a prevenir patologías mentales.
No es necesario practicar un deporte concreto o acudir a un gimnasio si el tiempo o la economía no lo permiten, siempre hay una alternativa: subir escaleras, caminar una hora diaria, utilizar la bicicleta para desplazarnos, salir a correr, bailar, etc.
En momentos de mucha tensión, es necesario ayudar a nuestro cuerpo a liberar endorfinas, a relajarse, a oxigenarse y a sentirse bien. Tu mente necesita estar despejada y preparada para hacer frente a situaciones difíciles, cuídala!
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