
Hay personas que pueden dar una conferencia mostrándose seguros en todo momento, hablan claro y alto. En cambio a otras personas, la presión que sienten las bloquea y pueden quedarse "en blanco".
¿Es debido a la forma de ser de cada uno? No exactamente. Como hemos dicho, todos sentimos una cierta inquietdud y esto se debe a que, al exponernos ante un público, nos sentimos vulnerables porque nos sentimos juzgados. Pero las personas extrovertidas, puede que estén más familiarizadas en conocer gente nueva, en vivir situaciones distintas, en hablar con todos en un grupo, etc. Esto facilita a la persona a exponerse ante el público, aunque también sienta inquietud. Pero no todas las personas extrovertidas pueden expresarse de forma segura ante mucha gente. Como hemos indicado antes depende de más factores. Pero todos podemos aprender a sentirnos seguros hablando en público y disminuir la intensidad de ese miedo siguiendo esta serie de pautas (cabe recordar que hay personas que necesitan un trabajo más profundo con profesionales, ya que aquí sólo mostraremos algunos puntos que pueden ayudarnos):
Lo más importante para poder vencer ese miedo, es exponernos a él (cómo en casi todos los miedos) pero si uno se siente muy inseguro, puede hacerlo gradualmente: por ejemplo: se puede empezar por hablar en el grupo de amigos, si normalmente no solemos hacerlo; dar conversación a alguien que acabamos de conocer en la sala de espera del médico, etc.
Otro punto importante es saber cómo expresarnos: levantar un poco el tono de voz, mover las manos o incluso andar de un lado al otro de vez en cuando, son muestras de seguridad.
Mirar al público. Esto puedo costarnos, pero cuando miramos siempre encontramos a alguien que nos escucha con atención. Céntrate en esa persona y cuando tengas que mirar, mírala a ella.
El papel de experto: si preparas bien lo que vas a decir y tienes claro sobre lo que vas a hablar, entra en el rol de experto. Trata de recordar a algún profesor, conferenciante, etc. Al que escuchaste con atención. Adopta tú ese papel.
Temblores, sudores y demás signos de ansiedad: cuando estamos nerviosos estos signos se disparan y tendemos a centrarnos en ellos pensando que todo el mundo está pendiente de un temblor de manos o de piernas. Esta atención provoca que aumente el grado en que se manifiestan los signos de ansiedad. Por ello, vamos a aceptar que están ahí, y a estar seguros de que, conforme vayamos avanzando en aquello que exponemos, irán desapareciendo. Pero no trates, simplemente de no pensar en ello, sólo acéptalo y trata de pensar además en lo que dices aunque de vez en cuando te asalten pensamientos de tipo "todos van a ver que me tiemblan las piernas". Cuando esto ocurra recuerda lo siguiente: los signos de ansiedad son menos visibles de lo que creemos en realidad. Los latidos de tu corazón o el sudor de tus manos, no se ven y en cuanto a los temblores, se perciben menos de lo que uno mismo imagina.
Recuerda premiarte cada vez que te hayas expuesto a una situación social en la que hablas en público, eso reforzará tu comportamiento y hará que aunmente la probabilidad de repetirlo. Y con la práctica, el miedo se transformará en un ligero nerviosismo que nos ayudará a concentrarnos.
Si te gustan los artículos, no olvides dejar tu comentario, nos ayuda a seguir publicando!
No hay comentarios:
Publicar un comentario