
Dejadme que os cuente algo...
De camino a casa se me acercaba una señora mayor preguntándome el nombre de una calle, la misma calle en la que estabamos, extraña pregunta.
-Yo: Permitame preguntarle dónde se dirige por si la puedo ayudar mejor
-Ella: A la calle "x" (vuelve a repetir el nombre de la calle) al volver de la esquina.
-Yo: Si me dice el sitio exacto dónde va o alguna referencia
De camino a casa se me acercaba una señora mayor preguntándome el nombre de una calle, la misma calle en la que estabamos, extraña pregunta.
-Yo: Permitame preguntarle dónde se dirige por si la puedo ayudar mejor
-Ella: A la calle "x" (vuelve a repetir el nombre de la calle) al volver de la esquina.
-Yo: Si me dice el sitio exacto dónde va o alguna referencia
la podré ayudar mejor ¿Dónde tiene que ir exactamente?
Después de hablar un rato descubro que a la señora la avergonzaba tener que decirme que necesitaba volver a su casa, y que recordaba vivir en esa calle pero nada más.
El ser humano necesita vivir en sociedad, acompañarse, detenerse de vez en cuando y darse la mano, hay cientos de causas por las que hacerlo, afortunadamente éstas situaciones no las vivimos todos los días, no nosotros pero si quien las padece.
Después de hablar un rato descubro que a la señora la avergonzaba tener que decirme que necesitaba volver a su casa, y que recordaba vivir en esa calle pero nada más.
El ser humano necesita vivir en sociedad, acompañarse, detenerse de vez en cuando y darse la mano, hay cientos de causas por las que hacerlo, afortunadamente éstas situaciones no las vivimos todos los días, no nosotros pero si quien las padece.
Estoy a favor de tratar a las personas como "personas", sin etiquetas,
como seres libres que nos necesitamos para facilitarnos la existencia y
no poner trabanquetas. Odio esas frases echas como: "La gente es tonta"
"Mujer tenía que ser" "Los moros no cotizan" o simplemente poner la
coletilla Gay detrás de la palabra matrimonio para así diferenciarlo de
uno "normal". Soy más de la opinión de tan sólo personas, per-so-nas. Y
nos necesitamos mucho más de lo que pensamos. Al final resolvimos el
problema y me ocupé personalmente de que la señora llegara a casa, pero
eso no me hizo sentir mejor. ni peor, tan sólo reflexionar.
Sandra Fortes Padilla
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De cuore a cuore, a viva piel, así es cómo debemos ver a las personas. Sencillamente si miramos a nuestro alrededor, cada día, con tan sólo ofrecer una sonrisa, sin querer alegramos el día a quien la recibe y a nosotros nos reconforta. ;)
ResponderEliminarCiertamente una sonrisa, un pequeño gesto, una muestra de sincera generosidad puede tener enormes beneficios sobre las personas y nos ayuda generar menos prejuicios y a confiar más los unos en los otros.
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