martes, 3 de noviembre de 2015

¿ME ESTARÉ VOLVIENDO LOCO?



No puedes quitarte de la cabeza aquella discusión con tu amigo, por eso repasas minuiciosamente cada palabra que os dijisteis tratando de analizar todo cuanto sucedió, valorando lo que estuvo bien y lo que estuvo mal, lo que fue justo o injusto sin poder evitar esa necesidad de revivir la angustia de aquella discusión una y otra vez, día y noche.

Te equivocaste ante tus compañeros de trabajo y ahora dormir resulta imposible. La idea de haberte mostrado como un "inepto" ronda por tu cabeza a sus anchas. Es imposible dejar de pensar "soy idiota" , en vano buscas en tu recuerdo algo que pudiera dotar de un nuevo significado a lo que ocurrió. No hay salida.Así que aunque trates de alejar el pensamiento, este vuelve, sin ser llamado, incesantemente.

Un día sin más empezaste a pensar que podías ser psicópata, y la angustia te inundó. Es tal el temor a serlo que no puedes dejar de analizarte, para poder encontrar pruebas de que no es así. Sin embargo la duda vuelve, siempre vuelve y con ella una angustia insuperable.

Tal vez sea homosexual. Quizás podría hacerle daño a alguien. Si me asomo a un balcón podría tener el impulso de precipitarme al vacío....

Estos son solo algunos ejemplos de cómo podemos estar sufriendo a causa de las ideas que generamos. Si estás viviendo algo parecido e incluso tienes miedo de explicarlo porque crees que te tomarán por loco, por favor sigue leyendo este artículo que te aclarará algunas cosas:

No, no estás loco. Este tipo de pensamiento repetitivo que  tienes y que analizas constantemente tiene un nombre, se llama PENSAMIENTO RUMIANTE. En efecto, la rumiación es el acto de ingerir aun alimento, regurgitarlo y volverlo a masticar, repetidas veces, por eso el pensamiento de tipo obsesivo que mantiene un diálogo mental con la persona, también suele llamarse rumiatorio.
Estos pensamientos son de carácter negativo por lo que suscitan en nosotros emociones negativas como pueden serlo la ansiedad o la tristeza, la desesperación o la depresión.

El pensamiento rumiador es algo que todos experimentamos alguna vez cuando tenemos una preocupación, sin embargo hay personas más proclives a tenerlos. Por ejemplo, las rumiaciones aparecen en aquellas personas que sufren un trastorno obsesivo, en este caso no se trata de una idea preocupante pasajera que termina cuando la situación que la desencadenó ya no está presente, si no que nos acompaña provocándonos la misma angustia aunque esa situación ya no se esté produciendo.

En el caso del trastorno obsesivo compulsivo (TOC) además suelen aparecer:

Ideas obsesivas: ideas o imágenes que irrumpen el pensamiento y se vive de forma intrusiva
Pensamiento mágico: creer que si no se realiza un determinado acto , eso puede tener consecuencias trágicas.
Duda patológica:no consiguen una certeza, suelen preguntarse repetidamente las mismas cosas: por ejemplo, ¿Está bien cerrada la puerta? pese a saber que se ha cerrado.
Compulsiones: rituales, actos repetitivos destinados a reducir la ansiedad que produce el pensamiento.

Las rumiaciones, las ideas o pensamientos obsesivos, pueden aparecer en todas las personas, sin embargo no en todas ellas se produce un trastorno. La diferencia es que en el trastorno, la persona funciona de esta forma, le genera una angustia que le supera y le impide tener calidad de vida, afectándole en distintas áreas. No se trata de una situación pasajera que se viva tras un acontecimiento vital estresante.

Si estás sufriendo una situación parecida, debes saber que el trasfondo del pensamiento obsesivo es de carácter ansioso y tu temor lo acentúa.
 No estás loco, ni lo vas a estar, pero no es necesario sufrir tanto. A menudo un tratamiento farmacológico complementado con la psicoterapia puede ayudar a aliviar ese sufrimiento y esos pensamientos obsesivos. Así que no lo dudes, busca ayuda, toma una actitud positiva y empieza a acabar con tu angustia!


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