martes, 30 de octubre de 2012

CRECIMIENTO PERSONAL: MOTÍVATE




Mira a tu alrededor. Muchas de las cosas que ves, las has puesto tú. Tú vives en el lugar donde decidiste vivir, tal vez fue una decisión más o menos pensada, o quizás fue una decisión más o menos influenciada, pero la última palabra en realidad fue tuya, incluso aunque no lo percibieras.
Mira a tu alrededor. Tu casa, la decoración de tu casa; tu tipo de trabajo; tus amigos; tus hijos; tu manera de vestir; la forma en que te tratan los demás y la manera en la que tú los tratas a ellos; los valores que tienes ahora mismo; tu coche; tus aficiones; tu corte de pelo; tus viajes; tus no viajes; los libros que leíste; las películas que viste; los lugares que visitaste; la gente que conociste; tu larguísimo etcétera, fue decisión tuya. Piensa en los momentos en los que viviste cada cosa, en cómo se sucedieron, en lo que pensaste, en lo que dijiste, en lo que valoraste. Fue decisión tuya. Tal vez fue una decisión más o menos pensada, o quizás fue una decisión más o menos influenciada, pero la última palabra en realidad fue tuya, incluso aunque no lo percibieras.
Si no tuviste la sensación de elegir, entonces, hay muchas cosas en tu vida que has escogido sin ser consciente de ello. Pequeñas cosas, pero muchas. Otras, es posible que fueran más importantes. Todas tus rutinas de hoy, tienen que ver con una decisión de ayer. Y eso es una gran noticia, porque hoy puedes despertar en tu presente y tomar decisiones para tener mañana un día a día decidido por ti. Al menos en la mayoría de aspectos.
Para eso tienes una gran tarea por delante: descubrirte, moldearte. Piensa en aquello que quieres ser, en cómo quieres serlo, en lo que te gustaría que te rodeara. Después piensa en los caminos que puedes tomar para estar más cerca de lo que deseas y si es pronto para encontrarlo, piensa en cuál es el camino que más te aleja de lo que quieres.
Si estás en el sentido equivocado, pon el freno de mano y el intermitente. Da media vuelta.
Tu vida es tuya, tus ideas son para ti. En tu camino eliges lo que quieres que esté y lo que no.
Vive consciente, cuida de aquello que quieres que se quede. Toma la responsabilidad de existir. No te concentres en cómo son los demás, ni en lo que te molesta de ellos. Le robas un valioso tiempo a lo que quieres para ti.
Acepta el lugar en el que estás y lo que tienes. Analiza cuáles son las cosas importantes. Tú eres al final alumno y maestro, por eso debes tener cuidado de las cosas que te enseñas a ti mismo porque corres el riesgo de aprenderlas.
Ten miedo a equivocarte si lo deseas. Pero acepta ese miedo como parte del proceso. Piensa en las consecuencias de tus actos. Todo movimiento tiene su efecto, ¿qué efecto quieres conseguir?

¿Y si sale mal? La felicidad no es únicamente conseguir tus metas, incluso es posible que tenga muy poco que ver con ellas. La felicidad es el camino que recorres, porque el camino es tu día a día, las vivencias rutinarias que al final son las construyen tu mundo. Y no hay nada mejor que caminar sintiendo que en ese momento, ese es tu camino. Eso es ser coherente con uno mismo. No hay mayor felicidad.
A veces no hace falta dejarlo todo por conseguir un sueño, tal vez sea mejor coger las riendas de ese todo, aceptar la responsabilidad de vivir siendo lo que queremos ser.

Recuerda: las decisiones son tuyas, elige con consciencia, cuenta con lo que ya tienes, acepta el miedo sin bloquearte y abre puertas y ventanas. Esta es tu vida por decisión TUYA.




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