lunes, 15 de octubre de 2012

LA TEMIDA DEPRESIÓN


La depresión es un estado caracterizado por una intensa tristeza a la que suelen acompañar sentimientos de inutilidad, desesperación, abatimiento, indecisión, apatía y un largo etcétera.
En psicología se recibe el nombre de Trastorno depresivo mayor o unipolar.
La depresión pertenece al grupo de los trastornos del estado de ánimo que pueden ir desde la intensa tristeza hasta la máxima euforia. Como vemos el estado anímico tiene dos polos, dos extremos distintos y, de uno a otro existen varios estados posibles.
En el caso del trastorno depresivo mayor, lo que se conoce comúnmente como depresión, tiene varios síntomas característicos, pero no todos tienen porqué presentarse en un mismo caso, ni los síntomas han de ser los mismos en  diferentes pacientes. Por ello encontramos que dos personas deprimidas pueden sufrir síntomas distintos. Lo que sí es necesario es que en todos los casos aparezcan, al menos, cinco de los siguientes:
    • Estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, casi todos los días. Pueden haber sensaciones de desesperación, vacío, llanto, anhedonia (incapacidad de experimentar placer), tristeza (o irritabilidad).
    • Reducción del interés o capacidad de disfrute, ante la realización de actividades. (se incluyen actividades cotidianas como el aseo personal).
    • Notoria pérdida o ganancia de peso, sin estar siguiendo ningún régimen. Por ejemplo un cambio en más del 5% del peso corporal.
    • Dificultades para dormir, ya sea en el inicio del sueño, despertarse a mitad de la noche o bien despertar a horas muy tempranas.
    • Cambios en el nivel de actividad como puede ser el enlentecimiento motor (habla monótona, movimientos lentos) o gran agitación. Debido a estos cambios pueden producirse problemas de concentración que dificultan a la persona el entendimiento de lo que se lee, o se les dice.
    • Imagen negativa de uno mismo, del futuro y de lo que le rodea. Sentimientos intensos de culpa y reproches hacia uno mismo.
    • Dificultad en la toma de decisiones. Pensamiento lento.
    • Ideación de muerte o suicida e incluso llevar a cabo intentos de suicidio.
    • Dolor físico y quejas: cefalea, fatiga, dolor de espalda, disminución de la actividad sexual, deterioro en las relaciones sociales, etc.
No se conoce una causa exacta de este trastorno ya que depende de múltiples factores como son: la predisposición genética, las circunstancias ambientales, así como los cambios sociales que se vienen produciendo en los últimos años, ya que se producen variaciones en la sociedad en un corto espacio de tiempo que implican maneras distintas de vivir, aunque no necesariamente la adaptación del pensamiento a los nuevos sistemas.
Cabe destacar también la importancia del tipo de aprendizaje recibido a la hora de resolver problemas, canalizar sentimientos,y la comunicación y expresión de los mismos.
Recuerda, no obstante, que este artículo es informativo, y que sólo un profesional podrá determinar si finalmente una persona está sufriendo este trastorno, ya que la intensidad y el tipo de síntomas serán muy bien reconocidos por un experto.



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