MIEDO AL FRACASO

La manera que tenemos de ver el mundo se apoya en las creencias que tenemos sobre él, pero ¿cómo se han generado esas creencias?

Desde pequeños nuestro entorno va moldeando nuestra forma de pensar. La educación recibida, los amigos, los profesroes que hemos tenido, el momento social que que hemos vivido, las características de nuestro hogar, las creencias y valores de nuestra familia, etc.

Dentro de este ambiente hemos ido forjando experiencias a las que hemos dotado de un significado emocional. Por ejemplo: en un ambiente muy exigente en el cual se valoran únicamente los benos resultados y no se valora el esfuerzo y el aprendizaje, es posible que un "fracaso" (entendiendo que en realidad un fracaso no es más queuna situación que se resuelve de forma distinta a la desada) suponga generar la creencia de que no somos aptos, de que no estamos capacitados para conseguir aquello que deseamos y por lo tanto, no somos personas válidas. Este pensamiento gemnera un gran malestar y es posdible que para no revivir esa sensación, evvitemos situaciones que nos expongan a la creencia temida. Es decir, evitamos situaciones en las que debamos enfrentarnos a nuevos retos por miedo al fracaso ya que este "confirmaría" la creencia profunda de que no somos personas válidas.

Esta creencia, por supuesto, es falsa. Todas las personas necesitamos cometer errores y enfrentarnos a no0 conseguir siempre aquello que deseamos porque esta va a ser la oportunidad para aprender a tener tolerancia a la frustración. El mundo no es, ni tiene porque ser, un lugar justo y vacío de problemas. En la vida siempre encontraremos dificultades. Pero la manera en que las enfrentamos es la clave para sentirnos felices.

Así, evitar los retos y los cambios por miedo a fracasar, sólo nos sirve para alimentar la idea de que no somos personas válidas y nos arrebata la oportuniadad de elegir el camino deseado.

Por ello, la manera de desterrar esa idea de nuestra mente constará de las siguientes partes:

- Reconocer en nosotros la creencia que nos hace daño.

- Generar nuevas experiencias para comprobar que hay retos que podemos conseguir.

- Aceptar que lo peor que puede pasar es que no lo consigamos.

- Ver qué nos aporta esa experiencia, independientemente de que salga bien o no.

- Darnos mensajes positivos para que la mente empiece a generar otra imagen de nosotros mismos.

- Atender a los cambios que produce en nosotros el simple hecho de enfrentarnos a una situación, en vez de  evitarla.

El miedo al fracaso nos paraliza y nos deja siempre en el mismo lugar, nos arrebata la oportunidad de aprender y se encarga de destruir nuestra autoestima.

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