El trastorno paranoide de la personalidad se caracteriza por un patrón general de desconfianza y suspicacia que se manifiesta en el inicio de la edad adulta.
Las personas con este trastorno interpretan las intenciones de los demás como maliciosas.
Sospechan que las personas de su enterno van a aprovecharse de ellos, hacerle algún daño o van a engañarles, pese a que no haya ninguna base o indicio real suficiente para pensar de esta manera.
Lo mismo ocurre con sus amigos y socios sobre los que tiene constantes dudas sobre su lealtad o fidelidad y por ello son reacios a confiar en los demás pensando que éstos pueden llegar a utiliciar la información que les propòrcione, en contra suya.
Su desconfianza es tal que llegan a ver intenciones ocultas en los hechos más inocentes e incluso percibe ataques a su persona en comentarios que otros puedan hacer y que, sin embargo, no son aparentes para los demás.
Suelen albergar mucho rencor pouesto que no olvidan insultos o desprecios e incluso puede sospechar de su propia pareja dudando repetidamente de su fidelidad.
Estas características de su personalidad perjudican las relaciones sociales de la persona que sufre el trastorno, y a menudo suelen verse muy deterioradas.
Debemos diferenciar este trastorno de la personalidad de otros trastornos o patologías ya que sólo será diagnosticado cuando características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno psicótico y no son debidas a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica.
Además se tendrán en cuenta otras variables como la intensidad de los rasgos antes mencionados, la interferencia que producen en varios ámbitos de su vida y los diversos contextos en los que aparece ese patrón general de desconfianza.
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