APRENDIENDO A DECIR NO

 

A muchas personas  les cuesta decir que no, sin embargo muchas de ellas consiguen hacerlo pese a que les resulta difícil porque es la única forma de llevar su vida hacia dónde quieren hacerlo.

Saber de4cir que no es importante para nosotros: nos ayuda a elegir aquellas cosas que deseamos hacer en la vida y a rechazar aquellas otras que no queremos hacer, nos ayuda a madurar, a crecer con independencia y autonomía, contribuye a una sana autoestimaz y aumenta la confianza en nosotros mismos.

¿Porqué nos cuesta decir que no?

La mayoría de las veces nos resulta difícil porque tenemos miedo a ofender a otras personas con nuestra negativa, miedo a perderlas, miedo a lo que los demás piensen sobre nosotros, sentimos vergüenza o somos tímidos, etc.

Estos sentimientos pueden bloquearnos y hacer que aceptemos actividades o comportamientos que en realidad no deseamos. Si decimos que no pese a la dificultad, en cambio, hacemos lo que realmente queremos hacer nos ayuda a esclarecer situaciones, a prevenir conflictos y el enterno nos valora por ser sinceros y por ser nosotros mismos.

Algunos consejos para decir NO:

- Dar un mensaje claro "no quiero hacer esto".

-No dar excusas "me gustaría pero no puedo..." "no me viene bien ahora..." si das una excusa puedes correr el riesgo de que te acosen con alternativas para que acabes haciendo lo que se te pide, por ejemplo: vamos a merendar todas las tardes a las 17:00h , ¿porqué no vienes?  -es demasiado temprano para mí, no puedo. - entonces quedamos más tarde; - Es que está muy lejos esa cafetería y tengo que volver andando; -Yo te llevaré en mi coche! 

Como vemos, pueden darnos opciones hasta que aceptemos porque no decimos simplemente que no queremos.

- No justificarnos: ya sé que podría ir con vosotros pero no me apetece, no es por vosotros es que últimamente no tengo ganas de salir, puede que esté un poco estresado, etc. No necesitamos justificar siempre una negativa, además esto puede llevar a equívocos a los otros que, tal vez con buena intención intenten volver a invitarnos pasados unos días y nos veamos de nuevo en esta situación.

-No disculparse: tenemos derecho a no querer hacer cosas o a que nos nos apetezcan ciertas propuestas, ¿porqué disculparnos? es mejopr agradecer la propuesta pese a que vayamos a rechazarla pero sin disculpas que puedan hacer creer a la otra persona que la ofendemos en algo si le decimos que no: " Muchas gracias por contar conmigo pero no me apetece" en vez de "perdóname, siento mucho tener que decirte que  no..."

-Si a pesar de ser claros, no justificarnos, no dar excusas ni pedir disculpas, se nos sigue insistiendo podemos usar una técnica muy útil: el disco rayado: se trata de repetir nuestro argumento de maneras distintas sin salirnos de él, en un tono cada vez más amable.

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