martes, 18 de noviembre de 2014

ENTRE DOS AGUAS



Es sorprendente la cantidad de desgracias que genera una emoción desbordada o una lógica aplastante cuando, al final, te aplasta. El ser humano, que no puede, ni debe ser únicamente racional ni únicamente emocional, navega en muchos, y en muchas ocasiones, en una de estas dos aguas y no entre ellas que en este caso sería lo ideal como, sin referirse al tema, sugirió el fallecido Paco de Lucía.

Entre estas dos aguas funcionamos bien porque la razón nos enseña con claridad la situación que tenemos delante, la evalúa y valora las mejores opciones para nosotros, nos dice cuál es la mejor manera de afrontar esa situación PERO...

Imagina que te has perdido en el bosque con alguien a quien quieres. Se hace de noche y será una noche extremadamente fría. Lleváis perdidos todo el día y solo hay una mochila con una manta y un par de bocadillos pero solo es tuya, de modo que puedes no compartir.La mente racional evaluaría los riesgos:¿está situación se dilatará? -se pregunta-  Si reservo la comida para mí, dispondré de más alimento, tendré más opciones de sobrevivir. Si no comparto el abrigo puedo mantener mi temperatura mejor... Etc. Tal vez la mente pensara en esto o tal vez en otras posibilidades pero lo que no tiene en cuenta es la emoción por lo tanto no tiene en cuenta al otro. Si tomaramos decisiones sin empatía podríamos dejar morir a quienes queremos. Pero además esa decisión, si es que llegaramos a tomarla, tardaríamos mucho en hacerla efectiva. Al evaluar opciones tenemos que analizar varias posibilidades con detalle y elegir la mejor implica prever  las consecuencias cada elección.
Sin emoción se perdería aquello que llamamos humano. Y rompiendo una lanza a favor de este animal racional al que siempre acabamos despellejando diré, que pocas veces encontrarás en la selva una serpiente que ante tu llanto decida no comerte.

Así que la emoción nos permite decidir rápido y ayudar al otro gracias a la empatía PERO...

La emoción sin razón es una veleta a merced del viento. No te mueves tú, no valoras tú y difícilmente puedes llevar una vida satisfactoria si no puedes planificar ni prever en qué invertir hoy para ser feliz mañana. Si solo sientes, cada momento de tu vida es una montaña rusa porque todo cuanto te suceda no será evaluado sino vivido desde la alegría, la rabia, la tristeza, el  miedo. Tus decisiones serían estrepitosas conductas inconscientes motivadas por un suceso que ha despertado en ti una emoción.
El caos  se apodera de tu vida, de tus ideas y de tus conductas.
Si tomamos decisiones sin la razón podemos morir de frío en aquel bosque por cederlo todo a alguien movido por una simpatía que nos ciega, podemos entregar nuestra vida a alguien que nos hace daño, podemos ser agresivos con alguien a quien queremos, podemos tener conductas peligrosas para nuestra propia vida. Como si a un niño le dejáramos hacer en todo momento lo que quisiera sin pensar en las consecuencias y eso significa que en un momento de ira podríamos ser los seres más crueles y uno de amor,. los seres más dulces. Un doctor jekyll y mister hyde.

Por eso el equilibrio nos permite actuar conociendo la mejor de nuestras opciones y las del otro y actuando con previsión y estrategia siempre y cuando estas también le sirvan al prójimo.
Así que como decía el maestro "Entre dos Aguas".

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