martes, 13 de enero de 2015

EL LUGAR DE TUS PORQUÉS

El ser humano se pasa la vida explicándose las cosas que le suceden: no tengo éxito porque soy mediocre, no tengo pareja porque no soy interesante, no apruebo el examen porque el profesor me  tiene manía, no tengo relaciones sociales porque la gente es egoista y no se interesa por los demás, etc. Este tipo de afirmaciones no son más que las explicaciones que nos damos acerca de las cosas que nos suceden. Hoy clasificaremos ese tipo de explicaciones en dos grupos: las que pertenecen al grupo locus externo y las que pertenecen al grupo locus interno.
La palabra locus procede del latín y significa lugar,por  lo tanto estos grupos se refieren a que nos explicamos lo que nos sucede colocando la causa en un lugar externo o interno.
Por ejemplo: si obtengo matrícula de honor en una asignsatura o bien la suspendo, atribuiré la causa a algún factor "he suspendido porque...o he sacado matricula porque...". Esta causa que atribuimos se puede situar en dos tipos distintos de " lugar" al que llamamos externo cuando dicha causa es agena a nosotros y a nuestro control. Por ejemplo: "he suspendido porque al profesor no le caigo bien". En este caso, la causa de lo que nos sucede no tiene que ver con nada que podamos hacer, por lo tanto podremos volver a suspender ese examen si seguimos resultándole desagradables al profesor. Lo mismo ocurre si apruebo con buena nota y me explico que he tenido suerte. Esto quiere decir que cuando siempre atribuimos a causas externas todo lo que nos sucede ya sea al azar o a la influencia de otros, no se valoran los esfuerzos hechos ni los resultados obtenidos. Las personas con un elevado locus externo tienden a culpar a otros, a la suerte y al mundo de todas sus desgracias y ello les lleva a no poder cambiar las cosas puesto que creen que no está en sus manos. Por la misma razón tampoco valorarán nunca sus éxitos bpuesto que no creen que su consecución se deba a su capacidad o talento si no a la suerte o a la facilidad del proceso. Esto a menudo les convierte en personas temerosas de lo que pueda suceder y con una baja autoestima y pobre auto imagen.

Las personas con locus interno, son el caso inverso, atribuyen a causas internas muchas de las cosas que les suceden: "he suspendido porque no he estudiado lo suficiente". Este tipo de explicación pone la responsabilidad de lo que nos ocurre en nosotros mismos y como está en nuestras manos podremos hacer cosas para cambiar la situación. Por ejemplo" si estudio más aprobaré". Como vemos tener un locus interno nos ayuda a controlar nuestras vidas y a dirigirlas hacia donde deseamos. Sin embargo un exceso de locus interno  puede hacer que nos sintamos  responsables de cosas que en realidad no tienen nada que ver con nuestra conducta. Por ejemplo: "no me quiere porque no hago las cosas bien" en este caso el sentir amor no depende de lo que haga la otra persona. Este exceso nos convierte en personas con mucha culpa, controladoras y exigentes.
Aunque no siempre es fácil, encontrar un buen equilibrio entre ambos nos ayuda a tener éxito en nuestras vidas y nos permite la autorrealización.
Un locus interno alto aunque no exceso para saber diferenciar aquello que dependej de nosotros y qaquello que no, es la combinación perfecta para sentirse bien y para conseguir nuestros propósitos.

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